Este 2025 ha demostrado que la tecnología también tiene límites. Después de varios años en los que parecía que todo lo relacionado con la inteligencia artificial, la nube o los semiconductores solo podía subir, el mercado ha frenado en seco. Las caídas de grandes compañías del sector han puesto a prueba a muchos inversores. Y si tienes fondos cotizados tecnológicos en tu cartera seguramente lo habrás notado. La volatilidad se ha disparado y los movimientos bruscos han sido casi diarios. Pero entender por qué ha ocurrido te puede ayudar a decidir qué hacer a partir de ahora.
Cómo se ha enfriado el impulso tecnológico
Durante los primeros meses del año la sensación era que el optimismo seguía intacto. Las valoraciones estaban muy arriba y muchos pensaban que la tecnología continuaría liderando el crecimiento mundial sin demasiados sobresaltos. A medida que avanzaba el año la realidad empezó a imponerse. Las expectativas eran tan altas que cualquier dato ligeramente peor provocaba correcciones inmediatas. El mercado empezó a asumir que quizá se había corrido demasiado.
Las subidas de precios en 2024 dejaron a muchas compañías en niveles difíciles de justificar según sus beneficios. Y cuando se mezclan expectativas excesivas, incertidumbre macroeconómica y un ritmo de crecimiento que no siempre acompaña, el ajuste es inevitable. Eso ha ocurrido en 2025. Las grandes del sector han sufrido correcciones que han arrastrado a los fondos que las replican. Este nuevo escenario demuestra que la euforia de años anteriores no podía sostenerse para siempre.
También influye que los tipos de interés siguen en el radar. Aunque se han moderado un poco, continúan siendo un freno para sectores que necesitan financiación constante para crecer. Las empresas más pequeñas y las que viven de expectativas futuras lo han notado mucho. Esto afecta también a los fondos tecnológicos porque muchos combinan gigantes consolidados con compañías emergentes que dependen de escenarios de crecimiento más optimistas.
Cómo se están comportando los fondos tecnológicos en 2025
Los ETFs tecnológicos no han reaccionado por igual. Algunos, sobre todo los que concentran gran parte del peso en empresas muy consolidadas, han aguantado mejor el golpe. Sin embargo, la tendencia general ha sido de caídas. La volatilidad ha aumentado y muchos fondos han tenido que corregir meses de subidas casi ininterrumpidas.
Los inversores que entraron tarde han sido los que más han sufrido porque compraron en un momento de euforia. Esto ha llevado a muchos a replantearse su exposición a tecnología y a revisar si sus carteras estaban demasiado concentradas. Otros han buscado refugio en sectores más estables mientras esperan un nuevo equilibrio en los mercados.
Los fondos más diversificados y con mayor peso en grandes tecnológicas han caído menos que los centrados en empresas pequeñas y de rápido crecimiento.
Aun así, el sector tecnológico continúa representando una parte muy relevante de los mercados globales. Hay fondos que, pese a la caída, mantienen una posición sólida debido a su composición. Y aunque este año el sentimiento ha cambiado, el atractivo de la tecnología a largo plazo sigue intacto. Las empresas que innovan, crean infraestructura digital o desarrollan herramientas de IA continúan siendo fundamentales para el crecimiento económico mundial.
Lo que sí queda claro es que el inversor necesita más paciencia que hace unos años. Ya no basta con comprar cualquier ETF tecnológico esperando que suba de manera casi automática. El contexto exige entender qué empresas hay dentro del fondo, qué peso tiene cada una y qué riesgos arrastra. La rentabilidad futura dependerá de esa combinación y de cómo evolucione la economía global.
Si estás pensando en entrar ahora es importante valorar si puedes soportar la volatilidad que trae este sector. Y si ya tienes exposición tecnológica quizá sea buen momento para revisar tu estrategia. La caída de 2025 puede ser una corrección natural dentro de una tendencia más amplia. O puede marcar un punto de inflexión que obligue a seleccionar mejor qué fondos merecen la pena y cuáles no.
