¿Quieres saber en qué empresa te conviene invertir?

En la bolsa cotizan empresas con características muy variadas. A la hora de invertir, es muy importante saber dónde estamos metiendo nuestro dinero; por ello, vamos  a clasificar los valores bursátiles en cuatro grandes grupos: clásicos, medianos, chicharros y chicharritos. Eso sí, cualquier empresa puede pasar de un grupo a otro dependiendo del ciclo económico.

También se puede hacer una clasificación más fácil dividiendo los valores en dos grupos: en uno, los clásicos y los medianos, y en el otro chicharros y chicharritos.

Nosotros debemos detectar en qué fase de la economía estamos para saber en qué tipo de valor bursátil invertir, ya que dependiendo del momento invertiremos en unos o en otros. En épocas malas nos refugiaremos en las más seguras, para invertir en las susceptibles de pelotazos cuando la economía este en su máximo apojeo (justo antes de una crisis).

cotización metrovacesa

Valores clásicos

Son las grandes empresas que cotizan en bolsa. Tienen un capital social enorme, con lo cual, la compra-venta de las acciones es rápida dado que se negocian miles y miles de acciones continuamente, y están considerados como «valores seguros». Aunque su cotización fluctúe como la del resto de las empresas, dichas empresas no suelen tener un alto riesgo de quiebra. Además, difícilmente suben o bajan más del 3% en una misma sesión.

Las empresas clásicas reparten dividendos entre sus accionistas dependiendo de las ganancias obtenidas durante el ejercicio. Repsol, Telefónica, BBVA, Santander e Iberdrola son algunos de los ejemplos más claros de este tipo de empresa. Por lo tanto, teniendo en cuanta todo lo anteriormente dicho, un inversor se puede sentir bastante tranquilo al invertir en un valor clásico,y siempre puede ser buen momento (excepto cuando la bolsa cae a plomo, que entonces es mejor no invertir) para invertir en ellos.

Valores medianos

Lo conforman mayormente las grandes empresas del sector de la construcción y la pequeña banca. Se pueden tomar como «valores seguros» aunque nos puedan dar algún susto de cuando en cuando, ya que suelen ser más volátiles que los valores clásicos. No tienen gran peligro de cerrar y sus acciones se suelen comprar o vender sin mayor problema.

Al igual que los clásicos, los valores medianos también dan dividendos y los inversores se sienten bastante tranquilos teniéndolos en sus carteras.

Chicharros

El 85% de las empresas españolas está en este grupo. Son empresas pequeñas, y la compra-venta de las acciones no suele ser líquida; suele haber pocas operaciones. Al contrario que los valores clásicos y los medianos, estos no dan dividendos y son muy volátiles, ya que el riesgo de cierre es alto.

Invertir en este tipo de acciones es muy duro psicológicamente, ya que pueden llegar a subir o bajar hasta un 15%; con lo cual, un chicharro nos tendrá en vilo todo el día.

En época de crisis y en ciertos momentos del ciclo económico, hay empresas medianas que se pueden convertir en chicharros. Aun así, no todo es malo, hay un tiempo para invertir en chicharros, y es que cuando la bolsa sufre un gran correctivo, o cuando la economía está en su pleno apogeo, estos valores suelen gozar de unas revalorizaciones impresionantes como podemos ver en el gráfico de arriba.

Chicharritos o «Chichis»

El riesgo que se asume al invertir en chicharritos es altísimo: la volatilidad es tremenda y el riesgo de que la empresa quiebre también. La CAM, Banco de Valencia o Metrovacesa han sido grandes ejemplos de chicharritos, con altibajos extremos.

cam

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