Cuando nos adentramos en el mundo de la inversión, es habitual encontrar algunos productos de los que nunca hemos oído hablar, y que sospechosamente se parecen mucho a otros más comunes, por lo que tendemos a asociar sus características, pudiendo ser estos muy diferentes. Es el caso de los ETNs y los ETFs.
Cuando hablamos de ETNs , nos referimos a las siglas de Exchange traded notes (ETNs), y a los ETFs Exchange Trade Funds. Puede que suene parecido , pero hay algunas diferencias que todo inversor debe saber.
La principal es que los ETNs , llegan a mercados donde muchos ETFs no pueden hacerlo. por ejemplo, iPath MSCI India ETN (NYSEArca: INP), que existía antes de los proveedores de ETF lanzaron su propia India ETFs. La ETN dio posibilidad de entrar a un país con muchos extranjeros y con fuertes controles sobre la inversión extranjera.
Tanto los ETFs como los ETNs cotizan en el mismo mercado, y se venden igual. Ambos replican un índice concreto, y cubren todo el mercado, es decir, acciones, bonos, etc. Y además, sus comisiones son similares. La diferencia es que unos son fondos y otros notas. Los ETFs, valen lo que valen en base a una cesta de títulos, en cambio los ETNs son como si fueran bonos que siguen un índice. Igual que un producto de deuda, en la que recibiremos lo invertido.
Por tanto la principal diferencia es el riesgo de crédito. Los proveedores de estos ETNs son grandes bancos, como dijimos antes, bancos estables, con riesgo de quiebra muy muy bajo. También son más baratos a la hora de replicar algún índice, que a través de los ETFs, como por ejemplo los de mercados emergentes.
Es importante conocer su funcionamiento, y las diferencias entre unos y otros.
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