Guía de inversión con ETFs

El ahorro es una de las claves para llegar a la estabilidad financiera. Sin embargo, la gran variedad de productos y vehículos de inversión que ofrece el mercado puede resultar un quebradero de cabeza para aquellos que quieren invertir sus ahorros. Entre las familias españolas, el producto estrella ha sido el depósito, sin embargo, su baja rentabilidad obliga a los inversores a buscar otros productos que ofrezcan una mayor rentabilidad y se acerquen a su nivel de riesgo.

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Uno de los productos más sencillos  es el Exchange Traded Fund, ETF o fondo cotizado. Su funcionamiento es muy fácil de entender y , además, es mucho más barato que otros productos financieros. La forma más fácil de entender su funcionamiento es pensar en este producto como un híbrido entre un fondo y acciones. Un fondo porque aporta diversificación a la cartera, y una acción porque se compra y vende en el mercado como si de una de ellas se tratase.

Los ETFs son fondos indexados, es decir, que replican un índice de referencia, como puede ser el Ibex-35, y varían en función de cómo lo haga el índice. Si el índice sube, el fondo subirá, y viceversa. No obstante, hay que tener cuidado con los ETFs ya que hay varios tipos de varían en su funcionamiento. Esto ocurre con el grado de apalancamiento, por ejemplo, o con los fondos inversos, que irían al revés que los tradicionales.

Características de los ETFs

Los fondos cotizados con muy flexibles. El inversor puede comprar y vender a lo largo del horario bursátil, es decir, igual que si lo hiciera con acciones. Además, la compra y venta se hace a través de los mismos canales, es decir, de instituciones financieras por lo que son muy accesibles. Hacerlo desde la aplicación del banco o desde la oficina es lo más habitual. Sin embargo, antes de invertir en ETFs, hay que preguntar a un inversor financiero que recomendará el producto más adecuado en función de los objetivos marcados o del perfil del inversor.

Los fondos cotizados son, además, totalmente transparentes. El inversor sabe en todo momento que acciones son las que forman su producto y cómo están evolucionando en el mercado. Es fácil disponer de los precios y conocer en tiempo real la evolución del ETF. Según Bolsa de Madrid, se ofrece información sobre precios, volúmenes, composición diaria de la cartera del fondo, valor liquidativo diario y valor liquidativo indicativo en tiempo real.

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Igual que ocurre con las acciones, los fondos cotizados tienen mucha liquidez. Se aporta liquidez al producto tanto en la compra como en la venta y , como señalábamos anteriormente, se puede comprar y vender a lo largo de toda la sesión bursátil. Además, estos productos de inversión son totalmente sólidos y están consolidados en todos los mercados financieros del mundo.

Son fondos de gestión pasiva, por lo que las comisiones son mucho más bajas que las de otros productos financieros. Un ETF está formado por varias acciones y , en una sola transacción, la cartera se diversifica , pudiendo acceder a diferentes sectores. Junto a estos productos, se pueden contratar otros diferentes que actúen de cobertura.

Para profundizar sobre los ETFs , se pueden consultar estos enlaces.

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