A pesar de que la inversión es arriesgada en todos sus aspectos, hay que tener en cuenta algunos factores. No todos los mercados son iguales, y por supuesto tampoco los instrumentos de inversión, por lo que debemos tener muy claras las diferencias que hay entre ellos y todas las situaciones que podemos experimentar al invertir en ellos.
Invertir en mercados nacionales, es relativamente sencillo, ya que solo nos debemos preocupar por la fiscalidad del instrumento en cuestión, y no por la divisa, que es la nuestra, ni tampoco por otros factores. Simplemente conocer su funcionamiento y el riesgo que conlleva serán suficiente.
Pero no ocurre lo mismo cuando compramos en otros mercados, como por ejemplo en los mercados emergentes. Un caso muy común es China. Hay que tener muy presente que además de ser otro país, tiene otro horario, por lo que en este caso tendremos que estar más atentos.
En China, lo más seguro es que tengan una fiscalidad y unas restricciones bastante diferentes a las nuestras, así como la liquidez o los tipos de interés. En este momento tenemos que nombrar las primas o descuento, que se dan por la diferencia de horario de negociación del ETF y de la cartera de valores.
Por supuesto, en este caso también hay que tener cuidado con el riesgo cambiario, es decir, por el cambio de divisa. No todas las divisas de estos países cotizan en el mismo indice, luego será conveniente contratar algún futuro para equilibrar la posible pérdida o ganancia con el intercambio.
Lo mejor, será contratar productos en mercados donde las diferencias tanto de fiscalidad, como de transacción o contratación serán mínimas, para así conocer mejor el mercado.