El contrato de arras es un acuerdo escrito que se firma entre las partes implicadas en la compraventa de una vivienda para formalizar el compromiso de compra. En este documento se detallan las condiciones del acuerdo y se realiza un pago a cuenta por parte del comprador. Dependiendo de lo que se establezca en el contrato, este puede ser utilizado para reclamar en caso de incumplimiento por parte de una de las partes en el proceso de compraventa.
¿Para qué sirve el contrato de arras?
El contrato de arras tiene como objetivo principal proporcionar protección legal a ambas partes involucradas en una operación de compraventa de vivienda. Una de las ventajas más significativas es la protección ante el desistimiento, ya que si es el vendedor quien decide no continuar con la transacción, tendrá que devolver el doble de la cantidad acordada en las arras. Por otro lado, si el comprador decide retractarse, perderá la parte entregada en concepto de arras, a menos que se haya establecido lo contrario en el contrato.
Además, el contrato de arras firmado ante notario también sirve para garantizar el cumplimiento del acuerdo. Si el propietario no cumple con la venta, podría tener que pagar una indemnización al comprador. Otra ventaja es que evita posibles cambios en el precio de la vivienda por parte del vendedor o la inmobiliaria.
En resumen, la firma de un contrato de arras es esencial para proteger a ambas partes en una transacción de compraventa de vivienda. Proporciona seguridad jurídica y evita problemas en caso de desistimiento o incumplimiento del acuerdo.
Todo lo importante a tener en cuenta al hacer el contrato de arras
Se recomienda formalizar el contrato de arras ante notario, aunque a veces se realice en la inmobiliaria donde se adquiere la vivienda, ya que así se dejará constancia de la operación y tendrá validez jurídica.
Para que el contrato de arras tenga validez, es importante que se incluyan los siguientes elementos: los datos personales del comprador y vendedor, el valor aportado como arras, el costo total de la vivienda, el reparto de gastos, las posibles cargas, las penalizaciones en caso de incumplimiento y la fecha límite de validez del contrato.
Aunque no es obligatorio, formalizar el contrato de arras ante notario es muy recomendable, ya que puede evitar la pérdida de la operación debido a cualquier imprevisto que surja antes de la compra de la vivienda, como retrasos o problemas para obtener financiación.
