¿Cuándo no debes elegir fondos indexados?

Generalmente la elección de fondos indexados se recomienda para casi cualquier perfil de inversor. No obstante, esto no es universal: en algunas situaciones, tipos de inversor y casos concretos, puede no ser muy recomendado elegir un fondo indexado. Vamos a analizar algunas de estas situaciones o casos.

¿Cuándo no debes elegir fondos indexados?

Como siempre que hablamos de fondos de inversión, lo cierto es que resulta complicado hacer afirmaciones generalistas ya que lo que sirve para un usuario puede no servir para otro. Por tanto, este tipo de conceptos debemos tomarlos simplemente como una referencia sobre la que poder tomar decisiones.

Cuándo puede que no te convenga un indexado

Existen diferentes escenarios en los que puede que no te convenga invertir en un fondo indexado o un fondo cotizado (como añadido). Los más habituales serían los siguientes:

  • Cuando tratas de batir a los mercados: esta es una situación clásica que siempre deberías tener en cuenta cuando se trata de fondos indexados. No es posible batir al mercado si estás dentro de un indexado ya que, recuerda, estos fondos tratan de replicar el comportamiento de un índice por lo que la referencia nunca será superior a la propia evolución del mercado
  • Cuando tu principal preocupación es la rentabilidad: los indexados tienen un buen potencial de rentabilidad, pero, este potencial es menor que el de los fondos de gestión activa. Si tu mayor preocupación es tener una buena proyección de rentabilidad, obviamente preferidas un fondo de gestión activa u otro tipo de herramienta de inversión que los propios fondos indexados
  • Cuando tu interés inversor es a corto plazo: este es otro clásico de situación en la que no te va a convenir elegir fondo indexado. Hay que pensar que la inversión indexada en ningún caso es a corto plazo, la evolución de los índices y las referencias siempre es más lenta que lo que puede explotar un activo. Por ello, se considera que son inversiones como mínimo a medio plazo, y generalmente más adecuadas a largo plazo

Combinar indexados y gestión activa

La combinación de diferentes tipos de fondos en una cartera de inversión siempre es interesante. Una opción a tener en cuenta es, por ejemplo, graduar la diversificación en función del perfil de riesgo

Por ejemplo, a mayor perfil de riesgo asumido, podemos potenciar los fondos de gestión activa como eje central de la inversión, y utilizar los fondos indexados como ancla a la hora de mantener cierto nivel de seguridad.

 Por otro lado, otra opción podría ser repartir el tipo de inversión de manera inversa: elegir entre los indexados aquellos más agresivos mientras que, se combina con otras herramientas de gestión pasiva más orientadas a la renta variable. Por otro lado, la parte menos agresiva se confiaría a la gestión activa, pero a partir de productos mixtos o más basados en renta fija.

De este modo, lo que se consigue es tratar de maximizar la parte defensiva de la inversión, mientras que, a la vez, se defiende la parte más agresiva con una postura menos expuesta.

Publicidad